lunes, 13 de diciembre de 2010

Mari not dead!!!


Lo se, vivo entre ausencias, pequeños (o no tanto) periodos de desaparicion, lapsos de tiempo indefinido en donde el mismisimo tiempo no sabe de mi, y porque? poque durante algunos momentos del año me vienen a buscar de mi planeta de origen para que visite a mi verdadera familia. No, mentira, la explicacion es ampliamente simple. No se debe a màs que la falta de constancia, la verguenza siempre escondida en lo mas profundo de mi persona gritandome muy fuerte que lo que escribo no es lo suficientemente bueno como para ver la luz del dia, y como si lo anteriormente mencionado no hablara por si mismo, se le suman las situaciones de la vida que puede tener cualquiera. Este año volvio a mi existencia aquel amenazante monstruo mayormente conocido como facultad, esta vez en forma de profesorado, amenazando con derrocar mi vida social con sus horarios y mi poco regular habito de lectura con sus apuntes, pero logre finalmente acostumbrarme y estoy a punto de terminar mi primer año. En julio me teñi de belleza y luto, amor y muerte casi en el mismo tiempo, como si fuera facil enfrentar cualquiera de esas dos circunstancias, afortunadamente pude usar el amor de escudo para enfrentar la muerte aunque la batalla es dificil y todavia tengo rasguñones.
En fin, lo importante es que estoy aca, con ganas de escribir otra vez, de perdarme en las palabras, refugiarme en ellas y construir mi pequeño castillito de letras en mi universo paralelo.
Asi que decidi volver con algo que escribi a principios del 2009 para uno de mis personajes favoritos de una de mis peliculas favoritas de mi director favorito. Se trata de Jennifer Hill, de Big Fish, extravagante joya creada por el retorcido cerebro de Tim Burton.
Desde la primera vez que vi la pelicula, mi atencion se dirigio hacia ella, no solo por estar interpretada por el cacho de maravilla humana con pies que es Helena Bonham Carter, sino tambien por esa esperanza bañada en melancolia que invadia a esa mujer descalza parada frente a un piano en una casa mohosa llena de gatos, la conciencia de su infelicidad pero el conocimiento aun mas grande de su propio destino.

Dulce Resignación
La Señora Hill camina descalza
mientras uno de sus mil gatos duerme inconciente en su piano
reinante en su melancolica casita del pantano
que alverga celosamente su dulce resignación.

Mendiga amor con sus ojos sorprendidos,
que esperaron por 10 años
para verlo otra vez.
Susurra con su suave tristeza
entre demanda y alivio:
"dijiste que ibas a volver, una vez viniste demasiado temprano, y ahora es demasiado tarde".

Sabe que el cumplio
pero nada se asemejara a su sueño.

La mala hierba trepa otra vez enroscandose en sus ilusiones,
Y TODO VOLVIO A SER COMO ANTES...

3 comentarios:

Lic_jasper dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Clara Clarividente dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pao dijo...

Dijiste que ibas a volver... y volviste justo a tiempo!! Gracias por regalarnos tus palabras, Mari! xoxo

 
Design by Pocket Blogger Templates